El cine es otra de las tantas formas de escritura, por ello dedicamos una sección al repaso de diálogos, soliloquios o parlamentos extraídos de filmes dignos de ser leídos.

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The pillow book (1996)

Escrito en el cuerpo

De Peter Greenaway

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Cuando Dios modeló en arcilla al primer ser humano, le pintó los ojos… los labios… y el sexo. Y luego le pintó el nombre de cada persona por miedo a que lo olvidara. Cuando Dios quedó satisfecho con su creación dio vida al modelo de arcilla firmado con su nombre.

 

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Este libro se escribió hace mucho tiempo. Es conocido como El libro de cabecera. Y lo escribió una dama que llevaba tu mismo nombre: Nagiko. Cuando tengas 28 años este libro tendrá exactamente 1000 años. Piensa en ello.

 

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Dijo: 

─Haré una lista con cosas elegantes:

*huevos de pato;

*cortar láminas de hielo en un cuenco de plata;

*racimos de glicinas;

*un ciruelo en flor cubierto de nieve;

*un niño comiendo fresas.

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─Cosas que hacen latir el corazón con mayor velocidad:

*pasar por un lugar donde juega un niño;

*dormir en una habitación con olor a incienso;

*notar que tu espejo chino se va empañando;

*un amante en su segunda visita nocturna.

 

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El día que tuve mi Libro de cabecera me encontré con mi futuro marido por primera vez. Yo tenía seis años; él diez. No intercambiamos una sola palabra.

 

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Amaba el olor a papel; toda clase de papel. Me recordaba a la fragancia de la piel.

 

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El libro de cabecera

Sección 154:

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Escribir es una ocupación muy simple. Pero magnífica. Si la escritura no existiese, qué terrible desesperanza sufriríamos.

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Sección 167:

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El olor del papel blanco es parecido al aroma de la piel de un nuevo amante… de un nuevo amante que hace una visita sorpresa en un jardín bajo la lluvia. Y la tinta negra es como el pelo lacado.

¿Y la pluma? Bien, la pluma es como ese instrumento de placer de cuyo propósito nunca hay duda, pero de cuya eficacia siempre, siempre se olvida.

 

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1996: Separada de mis padres y de mi tía, me encerraba cada vez con más frecuencia en mi delirio. Estaba repleto de listas, tal como el diario de Sei Shōnagon. Pero al contrario de ella, todas mis listas eran negativas.

 

─Cosas que me irritan:

*Atentar contra la literatura;

*escribir para que otros lo lean, ¿si no para qué? Para conocerse mejor.

 

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(el marido prende fuego al libro de Nagiko)

 

Sección 147:

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Ese fue el primer incendio.

Pero hubo un segundo.

Ambos fuegos cambiaron poderosamente mi vida. Las despedidas deben ser tan bonitas como detestables. Decirle adiós a quien amas es muy complicado.

¿Por qué obligar a una persona a soportar tan dulce y tan amargo placer?