top of page

Sobre este fanzine...

Probablemente se esté preguntando qué significa la expresión que da nombre al presente fanzine. En tal caso, es de orden informarle que la palabra proviene del nadsat, jerga empleada por el pequeño Alex y sus drugos en la novela de 1962 La naranja mecánica. Al final del libro, el escritor Anthony Burgess ofrece un glosario en el cual se hallan los significados de palabras tales como "rodosto", "nocho" o "polear" (“alegría”, “cuchillo” y “copular”, respectivamente). Entre ellas se encuentra "tuflo", que no es ni más ni menos que la manera en que estos despiadados y simpáticos delincuentes juveniles llaman a las pantuflas.

Cabe señalar que el vocablo tuflo no está incluido en la adaptación cinematográfica de Stanley Kubrick, pero esto fue lo que menos importó al escritor. Burgess dedica varias líneas del prólogo a despotricar contra el cineasta. Denuncia con virulencia que Kubrick adaptó la versión estadounidense del libro. Esta carece del último capítulo del original, donde una vuelta de tuerca le otorga un sentido más “humanista” a la historia. Es por esto que desde nuestro fanzine decidimos reivindicar ese calzado injustamente excluido por Kubrick (¿qué se cree ese, ninguneando el signo de nuestra razón de ser escritores domésticos?). ¿Y cómo lo hacemos? Rindiendo culto a una prenda tan confortable como inapropiada para cualquier actividad fuera del útero intrahogareño.

En este primer número no podemos más que homenajear a Anthony Burgess, ya que gracias a él tenemos nombre para el fanzine y es sabido que las creaciones están consagradas una vez nominadas. Consideramos que el mejor culto que le podemos rendir es el uso de esta publicación para denunciar el perjuicio de Kubrick hacia La naranja mecánica. Pero ─nobleza obliga─ hay que reconocer que de haber querido tomar una medida más radical en contra del susodicho director, nos hubiese sido imposible. Esto obedece a dos motivos. Por un lado, no hay venganza pergeñable cuando uno está en pantuflas. Y por otro, Stanley Kubrick ha muerto a manos de otros indignados con otra película suya. Podrá haber quienes nos crean conspiranoides, pero qué se le va a hacer, en Tuflo tenemos una inclinación natural por el ensalzamiento de los mitos y el vilipendio a la historia oficial.

Hechos los descargos correspondientes y aclarado etimológicamente el nombre de este fanzine, es fácil para el lector darse cuenta de que por más adornos, idiomas o vueltas que le demos, este mamotreto se llama Pantufla. Y desde este símbolo de comodidad, improductividad y goce los invitamos a celebrar un parto surgido del capricho y la arbitrariedad de dos amigos aburridos, que se juntaron para hacer algo con sus vidas y lo único que consiguieron fue esto. Un espacio de escritura para dejarse llevar por crónicas, cuentos, poemas y relatos que no conducen a nada; en definitiva, seguir perdiendo el tiempo. Este berrinche decidieron compartirlo con otros amigos que también tuvieran ganas de perder su improductivo tiempo para llenar de letras y cargar de universos poéticos este fanzine.

Lo único que queda es desearles un buen viaje y que la pérdida de tiempo sea lo más placentera posible, como lo fue para nosotros crear esta publicación.

Si es en pantuflas, mejor.

Gera y Pablo

IMG_1132.jpg
bottom of page